🍷 Sobre mí

Hola, soy Cristina Ferrero, comunicadora, amante del vino y eterna aprendiz.

Durante años trabajé en el mundo del protocolo y la diplomacia, organizando eventos oficiales, recepciones y cenas. Quizas fue allí donde el vino comenzó a interesarme, no solo como bebida, sino como cultura viva, lenguaje, identidad.

Me maravillaba cómo mis colegas franceses hablaban de vinos como si fueran niños discutiendo sobre marcas de chucherías: con entusiasmo, memoria y precisión. Cuando llegaba la lista para el pedido anual de la Embajada, yo les preguntaba a todos: “¿Tú qué vas a pedir?”. Así fui probando, aprendiendo… y armando año tras año una tremenda cantina en casa.

Hasta que un día sentí que no era suficiente. Decidí estudiar sommellerie en serio. Dejé mi Caracas natal y comencé en Argentina, país que ya había visitado años antes y cuyos vinos me habían fascinado. Luego me mudé a Milán y estudié durante dos años en la AIS (Associazione Italiana Sommelier), donde obtuve mi diploma.

Confieso que estudié más para eso que para mi posgrado en La Sorbona. Mi casa estaba llena de mapas, libros, copas, notas de cata… ¡y emoción!

Ahora… cuando miro atras veo que el diploma fue solo el inicio. Cada vino que pruebo —sobre todo los de regiones remotas o desconocidas— me abre un mundo nuevo. ¡Siempre hay tanto por descubrir!

Una de las cosas que más valoro de vivir en Suiza es la posibilidad de asistir a eventos como Expovina en Zúrich, donde dos veces al año se pueden degustar vinos de todo el mundo. A diferencia de ferias similares en Italia o Francia, aquí tienen representación de países pequeños o inesperados. Mi paladar —y mi base de datos personal— no ha dejado de crecer desde entonces. Ademas de hacer amistades con proprietarios e importadores que se han vuelto queridos amigos.

Ya de por si soy una persona naturalmente anecdótica, pero con el vino ¡soy peor! puedo pasar horas hablando sin aburrirme. Cuando cuento lo que estoy probando, lo hago con pasión. Y eso —me dicen— ha contagiado a muchos. Amigos que antes no ponían atención ahora se han vuelto aficionados, van a ferias, compran, catan, preguntan, entienden lo que están eligiendo. Y eso me hace muy feliz.

Espero que este sitio sirva justamente para seguir cumpliendo con esa labor: despertar la curiosidad, abrir puertas y acompañar a quien quiera adentrarse en este mundo sin sentirse intimidado.

Voy a intentar traducir todos los artículos, al menos al inglés y al francés. Pero el español, por razones obvias, me sale más natural. Si ves que algo aún no está traducido, no dudes en escribirme. Y si estás en Zúrich, ¡nos vemos en la próxima Expovina!

Una aclaratoria final: yo aplico las técnicas de degustación aprendidas en la AIS, y agradezco profundamente a mis profesores por sus valiosas enseñanzas, y a cada persona que alguna vez me dijo: “¡Compra este vino!”, regalándome así una oportunidad de aprendizaje.