Rojo pasión, violeta intenso o teja elegante: dime qué ves y te diré qué bebes

¿Por qué unos tintos son casi negros y otros parecen té?

Una copa de vino tinto puede ser un universo. Si te fijas bien, los colores de un tinto te dan muchísima información incluso antes de olerlo o probarlo.

Aquí van algunas claves, simpáticas pero útiles, para mirar un vino tinto con otros ojos (literalmente).


🎨 1. ¿Qué tan oscuro es?

La intensidad del color suele depender de:

  • la variedad de uva: por ejemplo, un Malbec o un Syrah suelen dar vinos muy oscuros, casi violáceos en su juventud. En cambio, un Pinot Noir suele ser más translúcido.
  • el método de vinificación: más contacto con las pieles = más color.
  • el clima: las uvas de zonas cálidas tienden a dar vinos más oscuros.

🔍 TIP: Si puedes leer un texto a través de la copa, probablemente estás frente a un tinto ligero.


🕰️ 2. ¿Tiene ribetes naranjas?

Cuando inclinas una copa sobre un fondo blanco, mirá los bordes (el “ribete” o “herradura”). Si ves reflejos azulados o violáceos, estás ante un vino joven. Si ya empieza a tirar a granate, teja o naranja, probablemente tiene algunos años encima.

Este cambio es parte del proceso natural de oxidación y envejecimiento. Así que:
👉 borde violáceo = vino joven
👉 borde ladrillo = vino con crianza o más años


🪞 3. ¿Qué tan brillante es?

La brillantez o turbidez del color también importa. Un tinto joven suele tener un color limpio, vivo, casi eléctrico. Si está opaco o con sedimentos, puede indicar:

  • un vino sin filtrar (intencional),
  • un vino viejo que ha precipitado,
  • o, a veces, algún problema.

🍒 4. ¿Qué pistas te da sobre el sabor?

Aunque no siempre es exacto, el color puede anticiparte si estás frente a un vino:

  • ligero y frutal (color claro, como un Gamay o un Pinot Noir joven),
  • o estructurado y potente (color denso, como un Cabernet Sauvignon de clima cálido).

🧪 Bonus geek: antocianos y taninos

El color del tinto viene de los antocianos (los pigmentos de la piel). Pero la textura del vino está muy relacionada con los taninos, que también vienen de la piel y las pepitas. Muchas veces van de la mano: más color, más tanino.


En la siguiente entrega, nos metemos con los blancos. ¿Por qué unos son casi transparentes y otros parecen miel? ¿Qué tienen que ver el roble o la edad en su evolución?

Y si querés seguir este viaje con copa en mano, ¡mejor aún!